TECNOLOGÍA QUE AYUDA A AUTOGESTIONAR TU BASURA
Es cierto que para que una idea sea grande es necesario que madure, pero además hace falta intuición, sentir esa corazonada que te impulsa a seguir con ella y tener la fuerza para llevarla a cabo. En el caso Chanel Sopo Lambea, su idea fue la de crear un contenedor de residuos inteligente, y esa imperiosa fuerza la encontró en su hermana Iris. Ingeniera de diseño industrial la primera y oceanógrafa la segunda no dudaron en embarcarse en un proyecto al que le faltaba mucha maduración.
Juntas decidieron presentarse al programa de ‘mentoring’ de la Universidad de Extremadura, a través del organismo Sapiem, encargado de gestionar el emprendimiento de la Universidad. “Ellos vieron que nuestra idea tenía potencial debido a que la actual ley de residuos y suelos contaminados exige a las administraciones separar los residuos orgánicos en el origen, es decir, separarlos del contenedor verde de toda la vida. Además, cada vez la normativa se va a ir endureciendo más desde Europa”, afirma Iris Sopo Lambeo. Ese endurecimiento incluirá, entre otros parámetros, el control de datos de cada usuario, “incluidos el de analizar el peso de residuos por vivienda, ya que cada uno deberá pagar por lo que desperdicia”, asegura Iris.
En Explorer, programa impulsado por el Banco Santander, pudieron dar forma a su idea, adecuarla a las necesidades que sus potenciales clientes les iban indicando y darle nombre: Integreellence. Y esa modificación les sirvió para ganar la edición de 2018 de Explorer y para que Chanel viajase a Silcon Valley donde, según cuenta, se empapó del ‘marketing’ verde que pone en práctica la ciudad de San Francisco. “Allí todo lo que tocas, todo lo que usas es compostable y la publicidad que emplean es muy agresiva. El ciudadano que no recicla, queda cuestionado socialmente”, afirma Chanel.
El desarrollo de Integreellence es un contenedor inteligente que separa y revaloriza los residuos en el origen transformándolos en compost en un tiempo reducido. Chanel explica que, “apoyándose en el internet de las cosas”, además gestionan los usuarios en la nube para que las administraciones puedan controlar todos los datos que necesiten conocer de cada vivienda o usuario, los parámetros del proceso de compostaje, como la temperatura o la humedad, y el proceso de llenado con el fin de calcular rutas eficiente de recogida.
Integreellence ha desarrollado composteras domésticas para que las viviendas y comunidades puedan autogestionar sus residuos
Su funcionamiento en sencillo. El usuario, para poder abrir el contendor y tirar su basura, debe identificarse a través de un llavero o tarjeta. Una vez arrojada, el contenedor estudia los datos de los residuos depositados, como su peso, y los transforma en compost. El siguiente paso es la utilización de ese compost para la agricultura, potenciando así la economía circular.
Además, a raíz de su contacto con las administraciones han escalado su proyecto. Por un lado, han reducido sus composteras para ser utilizadas a nivel doméstico y que así las viviendas y comunidades puedan autogestionar sus residuos. Y por otro, las han dimensionado para gestionar los residuos orgánicos previamente separados en los ‘ecoparques’. “La finalidad de todo esto es conseguir que en un futuro haya cero vertederos”, declara Iris.
“Creemos que podemos llegar a acuerdos con grandes empresas generadoras de residuos como parte de sus programas de RSC”
De momento, su financiación proviene de los certámenes a los que se presentan. En total 18.000 euros: 15.000 del programa de la Junta de Extremadura, ‘Extremadura empresarial’, y 3.000 de los premios ‘Atrévete de la Universidad de Cádiz’. Pero después del verano pretenden generar más interés y poder atraer capital, tanto privado como público. Lo harán poniendo en marcha un proyecto piloto en un pueblo de Extremadura donde gestionarán una calle entera; lo que supondrá unas 30 viviendas.
“A partir de estos pilotos queremos demostrar que nuestro proyecto funciona y empezar a comercializarlo. De momento es complicado que nos presentemos a licitaciones porque no podemos ser competitivas, pero hemos suscitado el interés de mucha gente y confiamos en seguir adelante”, espera Chanel. “Y también creemos que podemos llegar a acuerdos con grandes empresas generadoras de residuos como parte de sus programas de Responsabilidad Social Corporativa”, finaliza Iris.
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