Estructura básica de contar historias (Storytelling)
Para la elaboración de una narración es necesario al menos los siguientes componentes: un entorno, personajes (al menos un protagonista), un incidente emocionante (conflicto), la respuesta de un protagonista al conflicto, la crisis final (el dilema), el clímax y la resolución (donde se definirá el mensaje, ya sea negativo, positivo o neutral).
Saber cómo escribir bien también ayuda, ya que las historias deben ser creíbles.
Así que supongamos que desea transmitir el mensaje de que las personas se centran más en los errores que en los golpes.
Para este fin, desarrolla la siguiente narrativa:
Había una vez un joven monje que, junto con los demás miembros de su orden, estaba construyendo, desde cero, un monasterio en una montaña distante, donde no había albañiles.
Decidiendo aprender y construir un lugar hermoso, comenzó a construir, con gran dificultad, el primer muro.
El joven hace esto lentamente, colocando ladrillo por ladrillo, con gran cuidado, detalle y celo. Golpea aquí, golpea allí, golpea aquí otra vez, para ser perfecto.
Al final de la primera, prácticamente perfecta, ve dos ladrillos equivocados. Se cae como una bomba.
Decepcionado y enojado, decide derribarla, pero su maestro lo detiene.
Más tarde, después de terminar todo el monasterio, comienzan a llegar los primeros visitantes. Solo que este monje, avergonzado de su trabajo, hace el máximo esfuerzo para que la gente no vea esa pared con los dos ladrillos torcidos.
Un día, ve a un visitante anciano mirando su pared. Al acercarse, el caballero, sonriendo, le dice «Es un hermoso muro». Intrigado, el joven monje responde: «¿No puedes ver esos dos ladrillos torcidos?»
«Sí, lo estoy, pero también estoy viendo 998 ladrillos absolutamente perfectos», responde el anciano.
En el ejemplo anterior, puedes ver que el monje es el personaje principal. La montaña y el monasterio en construcción es el medio ambiente.
El desafío de construir el monasterio es el incidente. Recoger los ladrillos y hacer el trabajo con cuidado es la respuesta del personaje al desafío.
La crisis final, por otro lado, ocurre cuando el monje se da cuenta de que, en su pared perfecta, hay dos ladrillos torcidos, entrando en un dilema entre derribar o mantener.
Y, finalmente, el clímax: el visitante mira el muro con asombro y lo encuentra maravilloso.
La mirada del visitante sobre el trabajo transforma completamente la visión del monje sobre él e incluso sobre la vida misma.
Creando así otra perspectiva, que impregna el siguiente mensaje:
Pasamos tanto tiempo mirando los dos ladrillos torcidos que olvidamos notar que, junto a ellos, hay otros 998 absolutamente perfectos.
La historia anterior está tomada del libro del monje budista Ajahn Brahm .
Ayudó a explicar cuál es la estructura de una narración más fácil y más dinámica.
Este es exactamente el propósito de contar historias ilustrativas. Hablando de eso, los grupos budistas son excelentes ejemplos de comunidades que enseñan a través de la narración de cuentos.
Más adelante en el texto, verá más ejemplos de construcciones y otros tipos de posibles estructuras narrativas.
Sin embargo, ahora, aprendamos un poco más sobre la historia de este antiguo arte.