Neuralink, la startup liderada por Elon Musk y fundada en 2017, está trabajando en una tecnología basada en «hilos», que puede implantarse en cerebros humanos con un impacto potencial mucho menor en el tejido cerebral circundante en comparación con las interfaces cerebro-máquina que se emplean a día de hoy.
«La mayoría de la gente no se da cuenta, podemos resolverlo con un chip», dijo Musk en el evento de presentación de Neuralink, mientras hablaba sobre algunos de los trastornos cerebrales y los problemas que la compañía espera resolver con este nuevo dispositivo.
Musk también expuso que, a largo plazo, Neuralink tratará de encontrar una manera de “lograr una especie de simbiosis con la inteligencia artificial. Esto no es algo obligatorio. Es algo que puedes elegir si quieres «.
Por ahora, el objetivo es médico, y el plan es utilizar un robot que Neuralink haya creado que funcione como una “máquina de coser” para implantar estos hilos, que son increíblemente delgados (entre 4 y 6 μm, lo que es aproximadamente un tercio del diámetro del cabello humano más delgado), en lo profundo del tejido cerebral de una persona, donde podrá realizar operaciones de lectura y escritura con un volumen de datos muy alto.
Los chips, que miden aproximadamente 4 mm por 4 mm, se diseñarán para estimular neuronas (o células nerviosas en el cerebro humano que se comunican con otras células), utilizando pequeños hilos flexibles de electrodos. Cada hilo de electrodo se insertaría usando un robot de precisión en un procedimiento que Musk dijo sería tan seguro e indoloro como la cirugía ocular LASIK (en un solo dispositivo hay 3072 electrodos y 96 hilos).
Aunque suene realmente a la más pura estética ciberpunk, y en cierta medida lo es, los científicos de Neuralink afirmaron que aún les queda un «largo camino por recorrer» antes de poder ofrecer un servicio comercial.
El cofundador y presidente de Neuralink, Max Hodak, comentó que Neuralink podría, en teoría, permitir a los amputados recuperar la movilidad mediante el uso de prótesis y revertir la visión, audición u otras deficiencias sensoriales. De hecho, la compañía espera comenzar a trabajar con sujetos de prueba humanos en 2020, incluso a través de una posible colaboración con neurocirujanos de la Universidad de Stanford y otras instituciones.
La encarnación actual de la tecnología de Neuralink implicaría perforar agujeros reales en el cráneo de un sujeto para insertar los hilos ultra delgados en su corteza cerebral, pero las futuras iteraciones cambiarán a usar láseres para crear pequeños agujeros que son mucho menos invasivos y, en esencia, el paciente ni los sentirá.
Aunque trabajar con seres humanos pueda parecer en estos momentos improbable, la compañía ya ha demostrado la viabilidad de la tecnología en experimentos con roedores de laboratorio, con niveles de rendimiento que superan los sistemas actuales en términos de transferencia de datos. Los datos del ratón se recopilaron a través de un puerto USB-C en su cabeza, y proporcionaron aproximadamente 10 veces más de lo que los mejores sensores actuales pueden ofrecer.
El plan también es que los electrodos implantados en el cerebro puedan comunicarse de forma inalámbrica con chips fuera del cerebro, lo que brindará monitoreo en tiempo real con una libertad de movimiento sin precedentes, sin cables ni conexiones externas.
Elon Musk está financiando la mayor parte de este proyecto, además de actuar como su CEO, con 100 millones de dólares de los 158 millones que ha recaudado hasta ahora. Neuralink cuenta con 90 empleados, y parece seguir contratando personal de manera agresiva pues en la web de la empresa básicamente solo podemos encontrar anuncios de empleo.
Antes de que Neuralink pueda ofrecer este dispositivo con fines comerciales tendrá que esperar el beneplácito del Departamento de Salud de los EE. UU. (FDA), algo que esperan sea viable también muy pronto.
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